Todo comenzó un día, sin darnos
cuenta. La contuvimos como el cine y el teatro y creímos que era un
divertimento más en la realidad. Algunos juzgaron su presencia como prepotente y
se nos alertó del peligro que podría ocasionar en nuestras vidas. Otros, se
dejaron porque dijeron que estaba bien en mente con ella y de pronto la
sintieron como una aliada más entre la soledad y la tristeza. En definitiva, aquello
que entro un día en nuestra casa con la liviana promesa de darnos un poco de diversión
se volvió algo tan importante que ya es parte de nuestra vida y de nuestros
recuerdos más entrañables.
La televisión argentina tiene una
fecha de nacimiento, el 17 de octubre de 1951. Ese día, dos cámaras en el Banco
de la Nación Argentina, sobre la plaza de mayo, registraron el acto que se
conmemoraba el Día a la Lealtad (discurso de Eva Perón). A partir de ese
momento, la televisión de nuestro país comenzó su historia, pero en 1959, 40
años atrás, con la incitación de frecuencias a empresas privadas en todo el país,
comienza la gran historia de la televisión argentina.
Las primeras programaciones de
estas nuevas emisoras, contaron en primer momento con artistas y programas que
en muchos casos llevaban años en el Canal 7. Pero para ganar tele-espectadores
en nueva etapa competitiva que nacía, los canales debían generar nuevas
propuestas de mayor calidad, técnica y originalidad. La programación debía dirigirse
a un público que apagaba la luz para ver televisión, y además, invitaban a
parientes y vecinos porque no se concedía a asistir a un espectáculo en
soledad. Todas costumbres adquiridas que el teatro y en el cine; nuevas
propuestas que debían satisfacer a un amplio número de familias, teniendo en
cuenta sus deseos y sueños. Iniciando así un dialogo donde muchos artistas y
figuras se convirtieron en los portavoces de todos (como el Tato Bores, en su
programa “Tato, Siempre en Domingo”). O también, ofreciéndole al público un
momento de felicidad y entretenimiento (“Viendo a Biondi”, “El Clan Bala”, “Los
trabajos de Marrone”, “Felipe”). También la televisión se encargaba de dar a
las mujeres consejos culinarios, para hacer de ellas “reinas del hogar”. Ya en
esos tiempos, la televisión se burlaba de sí misma igual que en la actualidad.
Pocos años después de nacer la televisión
privada, surgen los primeros programas de éxito masivo que tendrán continuidad
durante toda la década del 60 y a una parte del 70 (“Mis hijos y yo”, “Telenoche”).
Programas que quedaron en la memoria de los argentinos como hitos fundacionales
de nuestra televisión. Por su parte, el público infantil entronizará a dos
personajes inolvidables: “Las aventuras del Capitán Piluso” y “Titanes en el
Ring”. Pero además de entretener y emocionar, la televisión pronto demostró que
podía ofrecer información.
Pero todavía faltaba el quinto
canal… El Canal 2 propuso una programación irresistible para el público
masculino. Transmitiría las grabaciones del mundial de futbol de Inglaterra. Pero
para poder captar la señal, era necesario agregar una nueva antena a la ya instalada
que generó no pocos inconvenientes.
La televisión argentina ya ha
crecido tanto, que incluso importa desde España y de Italia a estrellas que se
convierten rápidamente en “Boom”, especialmente, entre el público infantil. Un género
que se remonta a los principios de la televisión: la telenovela de la tarde. Alcanza
a finales de la década del 60 cifras record de audiencia (“Ella la Gata”, “Nino”).
Uno de los hitos de la televisión
argentina fue la antena satelital de Balcarce. Con ella, comenzaron las transmisiones
vilial-satelite (como el hombre llega a la luna, de los Estados Unidos). Los programas
que más se recuerdan de aquellos años, remiten a lo más profundo de nuestros
sentimientos, la familia y el amor (“Los Campanelli”).
VER:
https://www.youtube.com/watch?v=lbNbvrzR-YA
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